Lengua y Literatura
Segundo Año
Prof. Analía López
Viernes 8 de mayo
¡Buenos días! ¿Cómo les va? Cerramos la
semana con excelentes noticias… ¡Superaron las 400 medallas ganadas en el
desafío “Leer 2020”! Las felicitaciones son para ustedes y sus familias que
también se sumaron a la hermosa experiencia de contar con una biblioteca
virtual totalmente gratuita, disponible las 24 horas y que cuenta con tantos
títulos bellos para disfrutar. Sigo todos los días sus avances. Quiero
alentarlos a seguir y pedirles, a quienes aún no lo hicieron, que se animen a
formar parte de esta propuesta tan importante que nos congrega como Comunidad.
¡FELICITACIONES!!!
Les recuerdo el código de
aula: 54D3AF
¡FELICITACIONES!
Antes de presentar las
consignas para comenzar a trabajar hoy, quiero recordarles que deben enviar el
trabajo previo así nos organizamos con los tiempos pautados. Estoy corrigiendo y enviando las devoluciones rápidamente, dentro de lo posible. Les solicito a quienes tengan dudas me consulten: lenguasantainfancia2020@gmail.com
¡Comencemos!
Temas a desarrollar:
*La Literatura y el “pacto de
lectura”.
*El realismo.
*Cuento maravilloso, extraño y
fantástico.
Objetivos de la propuesta:
ü
Diferenciar relatos maravillosos, extraños
y fantásticos.
ü
Disfrutar de la lectura de un autor
consagrado.
ü
Aplicar los conocimientos literarios en nuevas lecturas.
Consignas para dejar en la carpeta:
1.
Ver el video “¿Cuál es la diferencia entre los cuentos
maravillosos, extraños y fantásticos?”
2.
Tomar nota de cada concepto en la carpeta, para saber
diferenciarlos.
3.
Leer con atención el cuento de Jorge Luis Borges “Historia de
los dos que soñaron”. Aclarar el significado de las palabras
desconocidas. Pensar en la clasificación del cuento.
Les dejo, a continuación, un
video explicativo:
Nuestro Video de hoy:
“Historia de los dos que soñaron”
El historiador arábigo El Ixaquí
refiere este suceso:
«Cuentan
los hombres dignos de fe (pero sólo Alá es omnisciente y poderoso y
misericordioso y no duerme), que hubo en El Cairo un hombre poseedor de
riquezas, pero tan magnánimo y liberal que todas las perdió menos la casa de su
padre, y que se vio forzado a trabajar para ganarse el pan. Trabajó tanto que
el sueño lo rindió una noche debajo de una higuera de su jardín y vio en el
sueño un hombre empapado que se sacó de la boca una moneda de oro y le dijo:
“Tu fortuna está en Persia, en Isfaján; vete a buscarla”. A la madrugada
siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los
desiertos, de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las
fieras y de los hombres. Llegó al fin a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad
lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio de una mezquita. Había,
junto a la mezquita, una casa y por el decreto de Dios Todopoderoso, una
pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas
que dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron socorro.
Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel
distrito acudió con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea. El
capitán hizo registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo,
y le menudearon tales azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte.
A los dos días recobró el sentido en la cárcel. El capitán lo mandó buscar y le
dijo: “¿Quién eres y cuál es tu patria?” El otro declaró: “Soy de la ciudad
famosa de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magrebí”. El capitán le preguntó:
“¿Qué te trajo a Persia?” El otro optó por la verdad y le dijo: “Un hombre me
ordenó en un sueño que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna. Ya
estoy en Isfaján y veo que esa fortuna que prometió deben ser los azotes que
tan generosamente me diste.”
»Ante
semejantes palabras, el capitán se rió hasta descubrir las muelas del juicio y
acabó por decirle: “Hombre desatinado y crédulo, tres veces he soñado con una
casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un
reloj de sol y después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una
fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira.
Tú, sin embargo, engendro de una mula con un demonio, has ido errando de ciudad
en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma
estas monedas y vete.”
»El hombre las tomó y regresó a la
patria. Debajo de la fuente de su jardín (que era la del sueño del capitán)
desenterró el tesoro. Así Dios le dio bendición y lo recompensó y exaltó. Dios
es el Generoso, el Oculto.»
(Del Libro
de las 1001 Noches, noche 351)
Historia
universal de la infamia (1935)
DATO:
¡Estamos leyendo un cuento de uno de los
autores más importantes de nuestro país y de la literatura universal!
¡Hasta la semana que viene!
¡Que estén bien!
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